Sobre el plagio y la protección cultural inmaterial en las artes populares de México

Entrevista por el equipo de la secretaria de cultura de México.

Por: Ignacio Netzahualcoyotl

En meses pasados tras enterarme de las condiciones suscitadas por una marca transnacional con respecto a utilizar la iconografía y colorido de la indumentaria de los pueblos originarios de México y en mi caso el ver que en mi comunidad nahua el llamado sarape de saltillo ahora formaba parte de una colección particular, me hizo sentir muchos sentimientos negativos e impotencia de no poder hacer nada desde mi lugar y espacio.

He trabajado toda mi vida en el taller textil de mi familia y en mi persona he vivido con la finalidad de contribuir a la protección de los procesos de tejido y teñido en mi comunidad. Soy arista textil y artista visual de formación académica más sin embargo por convicción y gusto propio soy artesano textil, honrrando la tradición familiar y de mi región indígena, mis esfuerzos los he dado hasta donde mis capacidades físicas e intelectuales me permiten, compartiendo a través de proyectos, talleres, conferencia, la docencia y un sin número de actividades que narran nuestras formas de vida en la región, con nuestras tradiciones que están ligadas a la naturaleza y la sana convivencia con nuestros semejantes artesanos humanos.

El hecho es que se había transgredido directamente nuestra ideología y formas de concebir nuestras vidas, mi razón me decía que de alguna manera esto podría ser positivo, pues es cierto que de alguna manera se conocerían más las actividades de los pueblos originarios, pero mi sentir decía que no era justo porque los artesanos nunca reciben un solo centavo de las ganancias que generan al utilizar sin permiso alguno estas formas e imágenes características de cada región, esto se ha repetido muchas veces y que ahora es más frecuente ver. La vida que me ha tocado es maravillosa, al poder hacer y participar en esta labor de nuestros ancestros, mis palabras se vieron reflejadas a través de una nota en el periódico estatal, en ello exprese que las leyes deben proteger directamente las tradiciones de México puesto que son estas las que nos dan identidad como país y que son parte importante de nuestra esencia, en mis palabras sugerí a las autoridades que se trabajara en una denominación de origen en torno al sarape como originario del sarape de saltillo y otras prendas icónicas en el país, menciono que esta expresión es resultado del mestizaje, sin embargo los siglos posteriores a la colonia, los tlaxcaltecas de esta zona nahua desarrollaron hasta perfeccionar técnicas en telar de pedales y que como consecuencia trajo un numero vasto de procesos y prendas textiles del México actual por lo que es necesario dar reconocimiento del lugar donde comenzaron estas manifestaciones y que en mi punto de vista este será el hecho más eficaz de protección de nuestras costumbres textiles.


Los días transcurrieron y mi caso no fue particular, este caso se dio en otros pueblos del país. La secretaria de cultura ya tenía cartas en el asunto para entonces, todo es un equilibrio y el día llego para poder expresarme a través de un video que en ese entonces no sabía el alcance que tendría, un proyecto para dar a conocer lo que sentimos en los talleres de los pueblo de México, porque la actividad que realizamos la decidimos desde nuestro corazón, porque en mi caso concibo más importante tejer, teñir y conservar nuestras tradiciones, porque esta es nuestra forma de vida y esta es nuestra profesión, tan compleja como cualquier otra y con la misma complejidad e importancia, pero sumándole aquella responsabilidad de transmitirlo a la siguiente generación para asegurar la identidad que se nos ha encomendado. Siempre vi al mis padres como fuente de inspiración y después de años y años de preparación hoy se la importancia que tienen los artesanos en este país, los concibo como fuentes de conocimiento, como focos de cultura y sabiduría que generosamente comparten para con sus pueblos, pues de ahí se deriva gran parte de la increíble multiculturalidad de muestro hermoso país, soy artesano porque quiero honrar a mis ancestros y busco convertirme en alguien libre de malicias como los son la mayoría de artesanos, sinceros, transparentes y con una generosidad brutal para compartir los que saben, que es la esencia misma de este maravilloso país, hoy soy artesano y me siento orgulloso de serlo, pues comprendo la magnitud de esta palabra-profesión, pienso que vivimos en esta época de transición donde convivimos con la naturaleza y la cultura, pues somos humanos que todos los días comentemos error tras horror, sin embargo aprendemos y pienso que cada día somos mejores y que como mexicanos nos acercamos a quienes somos, para tener identidad propia como pueblo, y no es estar en contra de la globalización, de la tecnología ni de las industrias, solo que pienso que cada actividad tiene su finalidad en este espacio llamado sociedad y que las artesanías no deberían estar peleadas con nadie, puesto que no es una competencia sobre la utilidad de las cosas, consumamos acorde a nuestras necesidades, tengamos un criterio amplio al momento de consumir, es necesidad básica alimentar nuestra esencia, historia, cultural e identidad, plasmadas en la obra artística desarrollada con la cosmovisión de nuestros ancestros porque esta importancia es tal como el conocimiento, la sabiduría y la alimentación del cuerpo. Lo tenemos al alcance, obra que se produce en los pueblos y que alimentan el alma del país.

Video por Secretaria de Cultura

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